Mapa de vulnerabilidad con IA en Zaragoza: cómo los datos están guiando inversiones sociales justas

Introducción

En muchos municipios de Colombia, desde Sincelejo hasta Duitama, alcaldes y concejales intuyen dónde están los barrios más pobres, pero rara vez tienen una herramienta precisa para medirlo con datos integrados. La falta de información territorial clara lleva a decisiones de inversión social poco focalizadas: presupuestos participativos repartidos sin estrategia, obras que no llegan a quienes más las necesitan, y ayudas sociales gestionadas a ciegas. ¿Qué pasaría si los municipios pudieran tener un “mapa de calor social” que muestre, manzana por manzana, cuántos hogares enfrentan pobreza multidimensional, exclusión o riesgos ambientales?

La ciudad de Zaragoza, en España, decidió responder a esa pregunta con inteligencia artificial. Allí, el Ayuntamiento creó un gemelo digital urbano que, a través de un índice de vulnerabilidad alimentado con más de 50 variables, detecta con precisión qué zonas necesitan mayor atención. La herramienta ha transformado el modo en que se distribuyen recursos públicos y se diseñan políticas sociales. ¿Podría replicarse este modelo en ciudades colombianas?

Este artículo analiza en detalle el caso zaragozano y muestra cómo una tecnología al alcance de gobiernos locales puede cambiar el paradigma de la equidad urbana.

¿Qué problema resolvía Zaragoza?

Desigualdad sin datos: el reto de actuar sin brújula

Zaragoza, con más de 700 mil habitantes, enfrentaba una situación común: estadísticas agregadas que no reflejaban la realidad microterritorial. Sabían que existían barrios con grandes necesidades, pero no se conocía cuántas familias vulnerables había por calle ni en qué dimensiones (ingreso, salud, educación, vivienda, dependencia, etc.). Como resultado:

  • La inversión social era a menudo generalista.
  • Los presupuestos participativos no respondían a criterios técnicos de equidad.
  • Algunas zonas históricamente marginadas seguían invisibilizadas.

Además, para avanzar en su plan “Zaragoza Climáticamente Neutra”, necesitaban cruzar datos sociales con datos ambientales, como la exposición a islas de calor, algo que tampoco era posible con la información existente.

En síntesis, Zaragoza necesitaba una herramienta que le permitiera pasar del “sabemos que este barrio es pobre” a “podemos demostrar con datos cuántos hogares vulnerables hay, en qué condiciones y dónde están”.

¿Qué solución tecnológica se implementó?

Un índice de vulnerabilidad urbana creado con IA

La ciudad construyó un Índice Sintético de Vulnerabilidad Urbana, un puntaje generado por un modelo de inteligencia artificial que analiza más de 50 variables por zona. ¿Cómo lo lograron?

  • Recopilación de datos: Se integraron bases del padrón municipal, servicios sociales, salud, educación, ingresos, calidad de vivienda, acceso a equipamientos, entre otros.
  • Análisis multivariado e IA: Usaron algoritmos de machine learning para ponderar y sintetizar las variables más correlacionadas con la vulnerabilidad real. El sistema asigna un puntaje a cada sección censal.
  • Visualización geográfica: Todo el índice fue georreferenciado mediante tecnología GIS, creando un gemelo digital urbano donde puede verse el mapa de vulnerabilidad por barrio, calle o manzana (según el nivel de acceso autorizado).
  • Protección de datos: Se aplicaron filtros de anonimización y segmentación agregada para proteger la identidad de las personas y cumplir, en este caso, con normativas europeas de protección de datos como es la GDPR.

Plataforma interoperable y al servicio de todas las áreas municipales

Este índice se integró en una plataforma que comparten 12 departamentos municipales: planeación, servicios sociales, salud, vivienda, educación, medio ambiente, entre otros. Cada dependencia puede cruzar el índice con sus propios datos para orientar políticas. Por ejemplo:

  • Servicios Sociales lo usa para encontrar “zonas ciegas” donde no llegaban ayudas.
  • Vivienda lo aplica para priorizar proyectos de rehabilitación habitacional.
  • Medio Ambiente lo cruza con datos de arbolado y calor urbano.

¿Qué resultados concretos obtuvo Zaragoza?

Datos para decidir con justicia

El impacto del proyecto se ha reflejado en múltiples dimensiones:

  • Se identificó que el 8,3% de los hogares de Zaragoza son vulnerables, con datos por manzana o incluso portal.
  • El índice permitió reorientar recursos del presupuesto participativo hacia barrios históricamente olvidados, usando el criterio técnico del nivel de vulnerabilidad.
  • Se está utilizando el mapa para planificar los nuevos Planes de Barrio, priorizando inversiones según necesidad objetiva y no presión política.

Coordinación interdepartamental y acción anticipada

Gracias al gemelo digital social:

  • Se detectaron familias en riesgo que no estaban registradas en programas sociales.
  • Se empezó a asignar ayudas educativas y sanitarias proactivamente, sin necesidad de que las familias lo soliciten.
  • Se identificaron zonas donde coinciden calor extremo y pobreza, lo cual ha llevado a priorizar plantación de árboles y creación de zonas verdes allí.

Además, Zaragoza se convirtió en la primera ciudad de España con un índice de vulnerabilidad urbana basado en IA, siendo reconocida en foros europeos como referente de “inteligencia social territorial”.

Beneficios de la solución aplicada

Impacto económico

  • Reducción del 30% en costos operativos municipales, al evitar duplicidad de ayudas, focalizar mejor el gasto social y mejorar la eficiencia administrativa.

Impacto ambiental

  • Reducción del 40% en zonas de calor urbano no atendidas, al priorizar intervenciones ambientales (árboles, zonas verdes) donde hay mayor vulnerabilidad climática.

Impacto social

  • Incremento del 60% en la participación ciudadana informada, al usar el índice como base para presupuestos participativos y procesos de priorización de proyectos.

Conclusión: la equidad también se puede programar

La experiencia de Zaragoza nos enseña que la inteligencia artificial puede tener rostro humano: sirve para que las decisiones municipales lleguen a quienes más lo necesitan. En Colombia, donde tantas veces se improvisa en lo social, un mapa de vulnerabilidad no solo permite planear mejor: también empodera a los ciudadanos y le da legitimidad a la acción del Estado.

Soñemos con una Sincelejo donde cada peso invertido se dirija al barrio con mayor necesidad, una Quibdó que no deje a ninguna comunidad atrás, una Buga que salde sus deudas sociales, una Duitama que planifique su bienestar a partir de datos.

Ese futuro es posible si nos atrevemos a construir los mapas correctos. Y para eso, la tecnología ya está aquí.

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